¿Quién no se acuerda de la frase famosa de Peter Parker en la película Spiderman? «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.» Ser un Coach conlleva exactamente eso responsabilidad.
Un coach no tiene poderes sobrehumanos, como visión de rayos X o volar por el aire con «cuerdas pegajosas». Pero los grandes coaches a través de sus habilidades pueden tener un…
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Un coach no tiene poderes sobrehumanos, como visión de rayos X o volar por el aire con «cuerdas pegajosas». Pero los grandes coaches a través de sus habilidades pueden tener un poder real para ayudar a los demás y con ese poder también una gran responsabilidad para guiar a otros hacia el éxito que se proponen.
Este es el verdadero poder que se puede utilizar para ayudar a las personas y si se hace bien, los coaches pueden ayudar a otras personas a que sus vidas cambien para mejor pero si se hace mal un coach podría guiar a un cliente por el camino equivocado.
Por lo tanto, con este poder un coach puede entrenar a sus clientes hacia la manifestación de su visión personal y las responsabilidades que ello conlleva.
Los buenos coaches asumen todo como parte de la responsabilidad una vez se ha tomado conciencia de dónde quiero ir, sólo después de responsabilizarse uno puede moverse hacia ese lugar.
Hay algunos aspectos que puedes hacer para convertirte en un coach más responsable. Igualmente estos mismos aspectos se las puedes enseñar a tus clientes para ayudarles a ser también más responsables.
Aquí te dejo 4 aspectos importantes para que seas responsable y tus clientes también:
1.Desarrollar consciencia de ti mismo.
Aprender y conocer tus propias fortalezas y debilidades para así poder ver tu comportamiento de forma objetiva. Reconoce tus defectos, recibe la información de manera no crítica y haz los cambios pertinentes cuando sea necesario.
Cuanto más consciente de ti mismo te hagas en todos los aspectos, más sabrás qué tipo de clientes que podrás entrenar mejor.
Cuanto más creces como persona y como coach, más conciencia tendrás para poder ayudar a otros para desarrollarse y alcanzar ese grado de conciencia.
2.Aprende a separar la responsabilidad de la preocupación
Cuando escuchamos la palabra «responsabilidad», a menudo pensamos , «ya tengo otro problema entre manos». Sin embargo, la responsabilidad no se trata de preocuparse por las cosas que nos ocurren o que nos tocan hacer.
Tienes que aprender a dar lo mejor de ti en el momento de trabajar con un cliente difícil y después tienes que olvidarte y no preocuparte cuando no estás trabajando.
Preocupándote no vas a lograr nada y en realidad afectará a tu eficacia cuando estés ante ese cliente. No dejes que tu preocupación manche tu claridad de juicio y tu habilidad para tomar una acción decisiva en el proceso de coaching con ese cliente. Esto lo vas a ir aprendiendo a base de práctica.
Llevar la responsabilidad de hacerle coaching a otros no tiene que intimidarte ni preocuparte ya que se trata de ayudar a otros y sí que debes de ser consciente de la responsabilidades que eso conlleva.
Nada vas a ganar preocupándote si tu cliente lograr sus metas o no. Céntrate en el apoyo y en inspirarlo inspiran. Se su pareja de viaje y ayúdale a con sugerencias o lluvia de ideas si es necesario. Pero en última instancia, es responsabilidad de tu cliente asumir la responsabilidad de su cambio y de lograr sus metas.
3.Tomar riesgos calculados y aprende de tus errores
Los coaches efectivos tienen el coraje de retar a sus clientes a tomar riesgos cuando los resultados y el éxito son impredecibles. Arriesgarse al fracaso es un atributo central de todas las personas exitosas.
Como coach puedes ayudar a tus clientes a trabajar el riesgo y el posible fracaso. Ayudares a aprender a analizar su situación y sus opciones. Trabaja con ellos la lista de los pros y los contras de cada opción, y luego asigna a cada elección un índice de factores de riesgo de 1 a 5.
A continuación, han de determinar la probabilidad de cada uno. Esto les ayudará a cuantificar y gestionar el proceso de toma de decisiones y asimilación de riesgos.
Además, les llevará a una mejora de su relación con el fracaso y a utilizar esa información para corregir su rumbo. El fracaso no sucederá hasta que no te das por vencidos, así que si no te das por vencido, el fracaso no es una opción.
4.Se humilde y admite tus errores
La experiencia y el crecimiento vienen a través de nuestros errores. Todo el mundo los comete, ya que es parte de la vida y quien no los comete no está viviendo, está muriendo.
Ayuda a tu cliente a entender esto y será capaz de sacar sus propias conclusiones y tomar medidas correctivas con respecto de sus errores.
Aléjalo de la culpa y llévalo a la responsabilidad ya que si no ni siquiera podrá dar el primer paso que es ser humilde y reconocer el error, ya que estará culpando a otros o a las circunstancias.
Ser humilde y asumir la responsabilidad de tus errores permite que los demás puedan percibir tu integridad y por lo tanto ganarás su respeto.
¿Qué tal si a partir de ahora tienes en cuenta estos 4 aspectos cuando tengas que ayudar a un cliente para así convertirte en un gran coach responsable? Cuéntame tus progresos en los comentarios. Leo todos los comentarios.
EDU LOPEZ
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